Vivimos en una sucesión de batalla

Actualmente, el ser humano y la sociedad libran batallas en diferentes dimensiones: espiritual, social, político, laboral, etc.
En
el Perú vivimos una guerra que parece no tener fin. Una sociedad
convulsionada debido a la postergación por parte de los diferentes
gobiernos de turno; más aún, en estos días por un gobierno con
estrategias de los años 90 en un mundo digitalizado.
Este guerra
no inició con la asunción de Dina Boluarte, tuvo su primera batalla en
el 2016 con una bancada Fujimorista con 73 representantes, la cuál ha
tenido un rol preponderante en el congreso: obstaculizar y conducirnos
hasta la situación en que hoy nos encontramos.
Desde el 2016, los
gobiernos democráticamente elegidos no lograron culminar sus periodos,
generándose batallas tras batalla. Una sociedad insatisfecha y un
gobierno que a la luz del razonamiento, parece no buscar el bien común.
Todo lo que hagamos siempre tendrá eco por la eternidad